“A fuerza de hablar de amor, uno llega a enamorarse, nada tan fácil, esta es la pasión más natural del hombre” Blaise Pascal
A pesar de la cita de Blaise Pascal, por muchas veces que repitas la frase quiero enamorarme no puedes enamorarte sólo con el deseo de llegar a hacerlo.
Tenemos que tener en cuenta que la diferencia fundamental entre enamorarme porque lo deseo o porque ha ocurrido así, es que en el primer caso podría enamorarme de varias personas indistintamente, mientras que en el segundo caso sólo podría enamorarme de una persona en concreto. Es decir, sólo habría un candidato o una candidata posible.
A las personas que buscan una vida más satisfactoria, cómoda y placentera enamorándose les será más difícil llegar a enamorase. Una persona no consigue enamorarse sólo deseando que esto ocurra, la clave para enamorarse es la necesidad, si todos nos enamoráramos con sólo desearlo todo el mundo estaría constantemente enamorado.
Más que el deseo. Lo que determina que nos enamoremos o no es nuestro nivel de satisfacción o insatisfacción personal. La persona que carece de compañía, amor o comprensión se enamora más fácilmente. Por el contrario, la persona que tiene más éxito en sus relaciones sociales, personales y sentimentales puede esperar para enamorarse, no lo necesita tan imperiosamente, porque está satisfecha consigo misma y con su vida actual.
Por lo tanto, no es el deseo sino el equilibrio de nuestro nivel de satisfacción y carencias lo que influye directamente sobre la posibilidad de enamorarnos más a menudo. Las personas que afirman tener la capacidad de enamorarse cada vez que ellos quieren no están hablando realmente del enamoramiento.
En realidad se enamoran buscando un compañero o una compañera para compartir sus momentos de ocio, es decir, para hacer que su vida sea más interesante.